
La locución latina motu proprio significa hacer algo voluntariamente o por iniciativa propia. Por cierto, ¿se han dado cuenta de un pequeño detalle? Después de la segunda “p” se escribe una “r”, de manera que la fórmula correcta es motu proprio, y no “motu propio”, aunque estamos acostumbrados a ver este error en muchos escritos.
También hay que tener en cuenta que la preposición “de” no precede a la expresión, por lo que “de motu propio” es incorrecto. Por último, lo adecuado es escribir esta construcción latina en cursiva: motu proprio.
La expresión motu proprio es muy recurrente en documentos del ámbito jurídico, en concreto, en aquellos que tienen que ver con el Derecho Canónico. Sin embargo, también es habitual utilizarla en el habla cotidiana.